Publicaciones en Amics del País
FRENTE A LA CRISIS EFICIENCIA
- Agustí Argelich Casals
- Posicionamientos
- Data: 23/03/2009
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eñores, somos ineficientes, es decir, hacemos las cosas mal y malgastando tiempo y energía, que además son recursos escasos y caros. Y así no superaremos una crisis que es compleja y de fondo y que puede prolongarse. Como es una crisis compleja tiene muchas manifestaciones, algunas como la financiera están de sobra comentadas, ya se sabe, el hundimiento del sistema neoliberal según algunos, contrapunto al hundimiento del comunismo que estos mismos no han digerido. Otros aspectos se comentan menos, pasan más desapercibidas y por ello creo oportuno sacarlos a colación. Son aspectos más de fondo
Señores, somos ineficientes, es decir, hacemos las cosas mal y malgastando tiempo y energía, que además son recursos escasos y caros. Y así no superaremos una crisis que es compleja y de fondo y que puede prolongarse. Como es una crisis compleja tiene muchas manifestaciones, algunas como la financiera están de sobra comentadas, ya se sabe, el hundimiento del sistema neoliberal según algunos, contrapunto al hundimiento del comunismo que estos mismos no han digerido. Otros aspectos se comentan menos, pasan más desapercibidas y por ello creo oportuno sacarlos a colación. Son aspectos más de fondo.
Nos enfrentamos a un crisis de autoridad, autoridad como la entendían los antiguos romanos que distinguían entre autoridad y poder, o dicho de un forma políticamente más correcta una crisis de liderazgo. Los supuestos líderes adolecen de capacidad de convencer, de que los demás acepten como suya, la decisión que propone, la mayoría de las veces porque ni siquiera las proponen. Debemos replantear la forma en que tomamos las decisiones a todos los niveles, en la sociedad, en las empresas, en las familias. En exceso de ocasiones, hay más gente interesada en no tomar una decisión que en tomarla, vence el miedo a equivocarse o el pánico al cambio, vemos siempre los riesgos frente a las ventajas. Practicamos en exceso el verbo procrastinar. Aconsejo en este punto leer los ensayos de Jose Antonio Marina al respecto. Verbo que tiene semejanzas con el verbo castrar. Castramos nuestra capacidad de actuar. Tenemos miedo a actuar, a asumir responsabilidades. No hacer nada o retrasar la toma de decisiones no arregla las cosas. Los que están en los cementerios no hacen nada. La sobrevaloración del Estado del Bienestar, la búsqueda excesiva del mismo, ha degenerado en el Estado del Vegetar. Tenemos derecho a todo por el hecho de que hemos nacido donde hemos nacido, los que lo han hecho 14 kilómetros más al sur, en Africa, no tienen otro que morirse en una patera o quedarse enganchados en una valla. No queremos obligaciones. Hemos roto el equilibrio de los binomios libertad/responsabilidad, derechos/obligaciones. Cuando algo va mal es culpa del sistema, de la sociedad, nunca es culpa nuestra, no nos planteamos que podemos hacer o que debíamos hacer. Tenemos miedo a la vida, no nos atrevemos a vivirla, otro la vive por nosotros, el estado ultraprotector y paternalista que tiene que cuidarnos siempre, no queremos hacernos adultos, tenemos frente al estado el síndrome de Peter Pan. El conglomerado burocrático es nuestro papá eterno, pero además un papá que nos lo consiente todo, cuida de nuestras necesidades, especialmente de nuestra plena satisfacción sexual, a cambio, eso sí, de impuestos asfixiantes. Tenemos una crisis demográfica profunda, el relevo generacional no está garantizado, estamos muy lejos y desde hace muchos años del nivel de fecundidad de 2,1 hijos por mujer. Darwin nos catalogaría, de seres poco adaptados al medio, de seguir así, con el efecto exponencial que lleva implícito, vamos camino de la extinción. Menos mal que esto es fácilmente recuperable, solo basta ser un poco más optimistas y tener un poco más de esperanza, nuestra especie todavía mantiene una alta capacidad reproductiva. Pero, de inmediato, se nos presenta el reto de una sociedad envejecida y con un incremento brutal de las necesidades de asistencia socio-sanitaria que cuestan mucho dinero. Debemos mejorar rápidamente la conciliación familiar. Como sociedad que desea mantenerse en el tiempo, necesitamos más hijos, que habrá que cuidar a la vez que a nuestros abuelos. No podemos seguir con una visión cortoplacista, de búsqueda inmediata de cualquier satisfacción, de enriquecimiento rápido, especulativo. Sin esfuerzo no salen las cosas, no avanzamos, no creamos riqueza. El dinero que se gana rápido se pierde todavía más deprisa. Es una ilusión vivir de “panching”, tal vez en el Caribe, donde no hace nunca frio, con una choza ya tienes bastante, y que cuando tienes hambre tiras la caña y sale un pescado enorme o te subes a un cocotero. Y pese a todo, el Caribe, tampoco es perfecto, de tanto en tanto viene un huracán o te pica un bicho venenoso. No nos engañemos aquí nos ganamos la vida con el sudor de la frente o, en versión más actual, de las neuronas que están detrás de la frente. No podemos tener una política energética dependiente, pagando un dineral por el gas o el petróleo a unos señores que además no están invirtiendo ese dinero en beneficio de sus países. Como martirizarnos por lo mal que estamos, o por las decisiones erróneas que hemos tomado en el pasado, no va arreglar la situación, no podemos hacer girar el mundo al revés y cambiar la historia, solo nos cabe la opción de mirar al futuro y plantear que actuaciones podemos hacer para ser más eficientes, para hacer no solo las cosas bien hechas, sino además de forma inteligente, sin malgastar recursos, sin derrochar ni tiempo ni energía. Debemos establecer unas actuaciones a corto, medio y largo plazo, focalizadas a la creación de riqueza de forma constante, a ritmo, sin prisas pero sin pausas. Aquí van algunas propuestas. Replantear el modelo energético, mayor autonomía energética, actuando en dos frentes, potenciación de las energías renovables y de la energía nuclear. La energía nuclear es la energía de Occidente y una opción de futuro, especialmente cuando se desarrolle la energía de fusión sustituyendo a la de fisión. Si, actualmente se generan residuos muy tóxicos, pero son finitos, ocupan muy poco espacio y pueden controlarse. El problema de los residuos se puede gestionar. La energía nuclear debe ser la base del sistema energético, complementada con las energías renovables, dejando al petróleo y al gas papeles secundarios. Simplificación en la toma de decisiones a todos los niveles. Los procesos y procedimientos complicados solo sirven para ocultar la mediocridad. “Keep it simple”. Incluyo aquí el cambio de ley electoral, con la elección directa de diputados, sin listas cerradas. Recuperar el concepto de autoridad y liderazgo, empezando en la familia y en la escuela. Implantar una cultura del esfuerzo continuo a ritmo, toda la vida, un círculo virtuoso de crecimiento constante. Un círculo del conocimiento. Por ejemplo, me gusta definir mi empresa como una “learning organization”, siempre estamos aprendiendo, buscando la mejor solución. Crear un entorno “Business friendly”, con por ejemplo, implantando las siguientes medidas: • Reconocimiento social para el emprendedor y el empresario, principalmente de aquel que se juega su dinero, no el de otros, para crear riqueza para toda la sociedad. • Facilitar la capitalización de las PYMES, como por ejemplo tipo 0 del impuesto de sociedades para aquellos beneficios que se conviertan en capital de la empresa. • Apoyar enérgicamente y de verdad a todas las empresas que dediquen recursos a investigación y desarrollo. Simplificar y esclarecer el sistema de ayudas y desgravaciones. • Disminución de los impuestos directos. Esto además tendría en el caso de Catalunya otra significativa ventaja, que el dinero no saldría del territorio y no tendríamos que desgañitarnos para pedir que nos lo devolvieran. • Flexibilización del mercado laboral. Las indemnizaciones desmesuradas por despido tienen un doble efecto pernicioso, por un lado descapitalizan a las empresas restándoles recursos para las a veces imprescindibles restructuraciones y por otro lado restan movilidad al mercado laboral, ya que empleados con muchos años en una empresa descartan asumir nuevos retos aceptando o buscando un nuevo puesto. Las circunstancias cambian, un buen negocio hoy mañana no existe, como ejemplo el carrete de fotos, hay que ser flexibles para adaptarse a ellas porque los otros lo pueden hacer más rápido y con menos coste que aquí, si no el resultado es más paro. Basta de gastar el dinero público, el dinero de todos, en “tonterías y festejos varios”, seguro que a todo el mundo le viene a la memoria una lista interminable de ellos. Hay que darse cuenta que esto va en serio, que hay gente que no le llega para comer, y el que no se lo crea que mire las colas que hay en las parroquias y comedores asistenciales de Barcelona cada día. Una apuesta firme por la implantación y uso de redes de telecomunicaciones de alta capacidad y de las herramientas informáticas. Potenciación del trabajo en casa, si a la conciliación de la vida familiar y profesional, no a perder 3 horas al día en un atasco quemando combustible para sentarse delante de un ordenador. Esto se puede hacer en casa, más cómodo, ganado 60 horas al mes, 3 horas x 5 días x 4 semanas, ahorrando combustible y además ganando más dinero porque la empresa se ahorra costes de estructura y puede pagar mejor salario. Y la gente no se escaqueará porque se puede controlar perfectamente el rendimiento de un trabajador en su casa. Imaginaros la de cosas positivas que se pueden hacer recuperando 3 horas al día, por ejemplo se pueden dedicar a cuidar de los demás y a uno mismo. Si al uso de la videoconferencia, no a ir a Madrid a una reunión de 1 hora. Y podríamos seguir. Basta de propagar el miedo a Internet y a la tecnología, que es una fuente que crea riqueza y prosperidad, bienestar de verdad. Espero que estas pocas reflexiones, algo desordenadas, sirvan para reflexionar y generar debate y nos animen a continuar la búsqueda de la eficiencia. A trabajar, que hay muchas cosas que mejorar.