Publicacions d'Amics del País
Una administració pública competitiva. Les 6Es
- Jordi Marin Puigpelat
- Articles
- Data: 24/12/2010
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Tots coincidim avui que necessitem una administració pública competitiva, defensant la necessitat de la mateixa, amb un rol clau en les nostres societats occidentals, però exigint, per això, la seva plena competitivitat, professionalitat, transparència i responsabilitat. Com podem aconseguir aquesta administració pública, aquesta gestió pública? Per què tenim la sensació que no tenim una Administració a l'altura ?
Todos coincidimos hoy que necesitamos una Administración Pública competitiva, defendiendo la necesidad de la misma, con un rol clave en nuestras sociedades occidentales, pero exigiendo, por ello, su plena competitividad, profesionalidad, transparencia y responsabilidad. Cómo podemos conseguir esta Administración Pública, esta gestión pública? Por qué tenemos la sensación de que no tenemos una Administración a la altura ¿?
La respuesta ha de ser multidimensional, seguramente tendrá dimensión política, dimensión de recursos humanos, dimensión de innovación y renovación, o entre otras la dimensión de gestión. Hoy lo abordaremos desde esta última perspectiva, la de gestión, una respuesta basada en lo que yo he llamado las “6E”, como las 6 variables clave para la nueva gestión pública: Economía, Eficiencia i Eficacia, a las tres “Es” clásicas, a las que añadimos la Excelencia, el Entorno y la Efectividad. Economía, Eficiencia y Eficacia deberían ser ya elementos básicos de la gestión pública. De hecho, diferentes preceptos legislativos vinculados a la gestión pública así lo contemplan. Pero a pesar que en los últimos años hemos avanzado mucho en este ámbito, aún no hemos logrado sistemas de gestión, de información y control de gestión, definición de objetivos, evaluación, etc. lo suficientemente estandarizados, generalizados y extendidos como para defender que tenemos una administración pública gestionada desde la perspectiva de la gestión clásica de las 3E. Avanzar en este sentido ya aportaría un salto importante a nuestra gestión pública y la situaría en una senda de racionalización y de mejora en la toma de decisiones y en la gestión eficiente importante. Ahora bien, creo que para lograr una Administración Pública plenamente competitiva y a la altura de las exigencias de nuestra sociedad no basta con las 3E, por ello introduzco 3 nuevas E. Empiezo por la E de Entorno. Necesito conocer permanentemente mi entorno, mi contexto de servicio público, para poder dar respuesta efectiva y conocer su evolución para ser proactivo. No vale con que mi servicio público nació en un contexto y realizamos una actividad que ya no sabes si responde a una realidad actual. Necesitamos conocer y evolucionar con nuestro entorno. La siguiente E, la de Excelencia. Mis ciudadanos y la sociedad necesitan, esperan una administración pública excelente, una administración pública que no solamente gestiona bien los recursos o responde activa y proactivamente a su entorno, sino que además lo hace de manera excelente. Para competir hoy necesitas ser el mejor, dar la máxima calidad y la mejor respuesta, la Administración no puede ser ajena a ello. Y finalmente, la E de Efectividad. Muchas veces, y la política táctica nos ha acostumbrado a ello, trabajamos con resultados a muy corto plazo, pero la Administración Pública incide sobre aspectos básicos de nuestra vida, y su actuación tiene repercusiones a corto, medio y largo plazo, muchas veces de carácter transformador de la propia realidad. Por ello, la gestión pública debe introducir en la variable de la efectividad, del impacto, del outcome. En definitiva, queremos una Administración Pública competitiva, de la mano, entre otras medidas, de una gestión pública profesional, que trabaja no sólo desde la perspectiva de la economía y la eficiencia, sino también de la eficacia y la efectividad, de la excelencia y la adaptación al entorno y su evolución de forma proactiva, y finalmente atendiendo y considerando la capacidad de incidencia, de impacto y de transformación de la propia realidad por parte de la Administración.