Publicacions d'Amics del Pa�s

On est�s talent?

Josep Maria Vil�
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Data: 27/05/2009
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El conocimiento es el factor de trabajo m�s importante en la sociedad del siglo XXI y las empresas enfocan su crecimiento humano a trav�s de profesionales capaces de llevar a cabo el desarrollo de sus actividades econ�micas. Houston, tenemos un problema: �d�nde est� el talento t�cnico de nuestro pa�s? Article escrit per Josep Maria Vil� i publicat al diari Expansi�n el desembre del 2008.

En estos d�as, Catalu�a aprueba su nueva ley de educaci�n en medio de la pol�mica y el desencuentro en una materia que requiere el mayor de los consensos. Desde el mundo de la empresa son cada vez m�s las voces que alertan ante un progresivo empeoramiento en la formaci�n de sus empleados. La situaci�n es especialmente grave en lo que respecta a la falta de talento t�cnico que es, especialmente en Espa�a, uno de los problemas m�s graves de cara al desarrollo empresarial en el futuro, una vez se supere la crisis. El conocimiento es el factor de trabajo m�s importante en la sociedad del siglo XXI y las empresas enfocan su crecimiento humano a trav�s de profesionales capaces de llevar a cabo el desarrollo de sus actividades econ�micas. Houston, tenemos un problema: �d�nde est� el talento t�cnico de nuestro pa�s?

En los �ltimos 5 a�os Espa�a ha experimentado una reducci�n del total de alumnos ingresados en la universidad del 8%, por efecto de la demograf�a, mientras que en lo que respecta al n�mero de titulaciones t�cnicas la reducci�n ha sido de un 24%. En un pa�s que crece, y que pretende estar en los primeros puestos de la sociedad del conocimiento, la reducci�n de talento t�cnico es una mala noticia.

Si nos centramos en las titulaciones de Electr�nica y Tecnolog�as de la Informaci�n y Comunicaci�n (ETIC) la ca�da del total de estudiantes llega al 41% en los mismos 5 a�os. Y es especialmente llamativo el ingreso en los estudios de Inform�tica donde la ca�da es de un 53%.

Pero, �qu� est� pasando? El final de la burbuja tecnol�gica sugiere que se ha perdido abruptamente el atractivo que dichas carreras despertaban. Adem�s, la moderaci�n de los salarios ha contribuido a proporcionar una imagen de proletarizaci�n de los profesionales inform�ticos y de las telecomunicaciones. Y tampoco debe descartarse la influencia de la distorsionada imagen del estereotipo de inform�tico que se muestra en el cine y la televisi�n, m�s cercana al �freaky� que a la seriedad de un buen profesional.

Hay que, en definitiva, redise�ar los sistemas que han fallado, como se tuvo que hacer en el proyecto Apolo despu�s de la tr�gica misi�n del Apolo XIII. En nuestro caso no falla s�lo la universidad, que no sabe hacer atractivos sus estudios, sino tambi�n las empresas que no aciertan en explicar las ventajas de la profesi�n que tratan de atraer. Pero tambi�n falla el sistema educativo que no es capaz de promocionar el inter�s por los estudios t�cnicos, y en especial por los relacionados con las TIC. As� mismo falla la percepci�n que tienen los alumnos, y sus familias, sobre las carreras t�cnicas y la actitud, fuertemente instalada en la sociedad, contraria a la cultura del esfuerzo y la de la perseverancia para el logro de los objetivos.

Se trata pues de un fallo sist�mico, de todo el sistema social y, consecuentemente si acertamos en el tratamiento, su soluci�n no se ver� al menos en los pr�ximos 15 � 20 a�os. Por esta raz�n debe actuarse lo m�s r�pidamente posible. Ya hay en marcha iniciativas empresariales y de los Colegios Profesionales para incidir en los estudiantes de ESO para mostrarles las posibilidades de las profesiones t�cnicas. O para cambiar la imagen de los profesionales en los medios de comunicaci�n. Pero la tarea es ingente y conviene movilizar a la totalidad de los muchos agentes implicados.

Pero salvar a la tripulaci�n es lo m�s urgente, como dispuso Houston antes de redise�ar los sistemas. En lo que se refiere a la falta de profesionales, las soluciones a corto plazo tambi�n son otras. La primera y m�s sencilla es la reconversi�n de profesionales hacia las necesidades ETIC. En este sentido hay iniciativas consistentes en proporcionar formaci�n ocupacional, con programas dise�ados a medida de las necesidades de las empresas, dirigida a personal en paro de otras profesiones.

Otra soluci�n consiste en la obtenci�n de profesionales de otros pa�ses. Esta soluci�n viene emple�ndose por diversas empresas, especialmente las de mayor tama�o y con m�s relaci�n internacional. Un esfuerzo de la administraci�n para conseguir agilizar los tr�mites puede incrementar esta v�a y acercarla tambi�n a las empresas PYMES. As� mismo facilitar�a la atracci�n de estudiantes de otros pa�ses para la realizaci�n de estudios de postgrado en nuestras universidades, con la posibilidad de poder trabajar despu�s en las empresas espa�olas.

Las empresas del sector y las universidades ya le han visto las orejas al lobo, no as� el resto de los agentes sociales. Y no lo olvidemos, nuestra posici�n como pa�s en la sociedad del conocimiento estar� condicionada por como aprovechemos nuestras capacidades para dotarnos del talento necesario y constituirnos en suministradores globales de bienes y servicios de alto valor a�adido.